He visto comentarios en redes sociales en relación a las consecuencias negativas que tiene la alta inflación que se ha presentado en México en los últimos años. Algunas personas la señalan como «la peor inflación en la historia», y no me queda más que señalar a esas personas como (1) demasiado jóvenes, (2) ignorantes o bien (3) mentirosos por motivos políticos.
También señalan a los problemas inflacionarios de Venezuela como «históricos», como los más graves de la historia mundial. Aunque no soy para nada un experto en materia económica, quiero recordar la época de hiperinflación alemana de los años 20’s del siglo XX. El índice de precios al por mayor en el año 1923 inició en 2,785 y para el mes de noviembre se elevaba a niveles de 726,000,000,000. Si pueden, calculen el índice.
La inflación de 2016 y 2017 en la hermana República de Venezuela estuvo en valores de 720 y 652,7%. Son demasiado altos y pueden ser suficientes para el derrumbe del sistema productivo. Irremediablemente el pueblo está perdiendo poder adquisitivo porque los sueldos no alcanzarán nunca el crecimiento de los precios.
Aunque la inflación en México es más alta que en otros años, no lo considero un problema, como señalan algunos reventadores. Veo precios suficientemente estables para soportar el crecimiento de las empresas mexicanas. La situación en Venezuela es diferente pero nunca ha llegado al nivel de «lo peor de la historia de la humanidad».
Aun recuerdo cuando la meta del gobierno salinista era tener inflaciones anuales de un dígito. Lo logramos hace mucho, no permitamos que nos saquen de ahí mediante equivocadas, ignorantes o mentirosas políticas económicas.
Las Minas del Rey Salomón 